Aventura

Literatura, naturaleza y emoción.

martes, 9 de febrero de 2016

De "Fábulas para animales para usted" 9: Araña.

                                                                                Araña

Ella tejía un sueño. Diseñaba fractales perfectos. Un breve descanso alivió su tarea. Su obra adquiría significado emocional. La dimensión onírica estaba y no estaba en su relativa conexión. (El sueño dibujaba mapas en su conciencia). Vio a su única hermana frente a un espejo. Quizá compartían el mismo sueño. Apartó la mirada.

Decidió otra posibilidad. Visitó el tiempo. Evocó el cabello trenzado por mamá y por papá en un solemne acto de amor. Al terminar el peinado, las niñas salían a pasear por el jardín. Cortaban unas flores que adornaban su pelo. Así las recordó: distinguiéndose en el jardín, como estrellas en un cielo verde, estaban las ipomeas azules. Se le detuvo la niñez. (En sus días venideros, la imagen de estas flores se proyectaría en una incesante búsqueda de esta enredadera para cubrir las murallas de su jardín de enamorada).

Está siendo terminado un tejido. Está siendo sobrellevada una angustia. Una ira secreta no ha sido aplacada. Una vida terrible es asunto digno de los héroes o de los famosos, porque no entristece a nadie, pero ella sabe que su historia sí. Los patrones se desordenaron. Un repentino temblor corporal la despertó. Abrió los ojos a la verdad. Su hermana siamesa seguía unida a su cuerpo.
El autoengaño es una trampa relativamente efectiva.

Ella revelará en su vejez (hijos, nietos y bisnietos están atentos):

- Me costó aceptar a mi hermana. Me costó gran parte de mi vida. Cuando nos separamos, nos confesamos nuestros secretos en largas conversaciones. Quedamos en paz. Ahora solamente pensamos en el porvenir de la familia. Ella está conmigo en todas las distancias.


Suena un teléfono. Es la hermana. Todos quieren escuchar lo que hablan, pero se alejan para respetar la grandeza de esa delicada historia familiar.

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