Gusano
Los gusanos se asomaron a la boca de
un cadáver que yacía en una caja de madera. Encontraron un hogar en esa habitación
húmeda. Olía bien. La fuente de la vida había sido descubierta en esa despreciada
oscuridad. Un hogar, con un territorio cálido, empezaba a ser disfrutado. El
espacio se hizo estrecho. Otros gusanos se enojaron con estos inmigrantes. Se
descompuso el ánimo de todos. Se descompuso aún más el cadáver, devorado con
hambre por estos gusanos rabiosos.
Sin
paz, no se puede ser feliz en ninguna parte.
Y
razonaron en su lógica los gusanos:
- No entendemos esta rabia. Quizá sea
por residir en un ser muy emocional. Nosotros tenemos un propósito. No
sentimos, hacemos un trabajo. Somos una función perfecta en nuestra propia
velocidad orgánica. Somos parte del orden de esos tristes días de allá arriba.
Sobre la tierra, varias lágrimas
perdieron su tensión en el rostro de los deudos de este pasajero subterráneo. El
hombre había muerto cumpliendo con todas sus obligaciones de ser humano. Ahora
era un nuevo vivo que reflexionaba descubriendo la física etérea:
- El cielo
está en su lugar; la tierra está en su lugar. La muerte es un ángel que está en
todas partes guiando a las personas hacia sí mismos en el río de la vida… Ahora
soy como el aire.
Después de esta visión, me dediqué a
planificar que haría en el año de contemplación y de resolución de asuntos
terrenales, año otorgado con el propósito de desatar los lazos que nos unen con
los vivos. También descubrí un nuevo sentimiento aún no muy conocido entre los
vivos y decidí experimentarlo hasta mi eternidad. Tenía todo el no-tiempo de mi
nuevo mundo para hacerlo.
El sentimiento nuevo lo guiaba
perfectamente por los finales felices que escribió en las memorias de sus
errores redimidos.
- EL
PRINCIPIO -
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