Aventura

Literatura, naturaleza y emoción.

martes, 23 de febrero de 2016

De "Fábulas para animales para usted 11: Cocodrilo.



Cocodrilo

Él convencía con sus historias conmovedoras. Sus artimañas eran efectivos lenguajes de persuasión. Dominaba conciencias. La miseria produce compasión expiatoria en el alma humana. (Se cree con seguridad que una sola moneda compra y borra la culpa de las maldades cometidas). También lloraba, derramando lágrimas en el torrente del espectáculo.

Adivinaba sus presas. Su lengua saboreaba deliciosa confianza. Sus dientes encajaban en los otros cuando sonreía su oscura rapacidad. En la primera oportunidad, mordía el cuerpo emocional de sus víctimas y las arrastraba hacia la muerte. Al terminar la embestida, se relajaba echado al sol.

Las emociones negativas son animales salvajes: a veces no se pueden controlar.

Su oscuridad no le permitía razonar. Rechazaba la vida. Un horrible subplano lo atraía para que habitara su monstruosidad. Era su destino. Porque no tenía vuelta. Porque nada se podía hacer con él.
La Vida contaba esta historia delicadamente para no asustar a los más sensibles. Con sabiduría, cambiaba el final según sus oyentes:

- Lo más honesto que podemos hacer es reconocer nuestras imperfecciones y nuestra naturaleza fragmentaria. ¿No nos ponemos bajo un árbol frondoso cuando hace calor? Debemos aceptar que necesitamos amparo y también entregar cuidados. Veremos otro final para esta criatura:

«Ya no razonaba, sentía, quería vivir. Se abrió su mente y fue enviado amor para colmarlo de virtud. Esta cualidad lo elevó. Meditó el bien y regresó a su origen. Fue llamado hijo recién nacido por la madre. Volvió a ser el hijo mimado de su padre».

El ojo interior buscó sabiduría y fue hallada.

- Este final me gusta más, porque se parece más a mí - dijo la Vida.

Los oyentes suspiraron aliviados.

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