Aventura

Literatura, naturaleza y emoción.

martes, 23 de febrero de 2016

De "Fábulas para animales como usted" 20: Cuervo.

Cuervo

Le llamaban el Rey Oscuro. Había gobernado el reino viajando por él con la ayuda del viento, transformándose en una corriente cálida que se mezclaba con el aire frío. Algunos súbditos habían percibido su presencia, pero sólo la anciana de los secretos había comprendido la misión de él.
La gente quería escucharlo, pero él no hablaba en público. La gente decía que no existía. La anciana les recalcó que él era sabio y que ellos inventaban historias de ignorantes. El rey oía confundiéndose en la polémica. Horas más tarde ordenó publicar un mensaje que decía “El rey manda sus mejores deseos de paz y bienestar para todos”. Fue leído por la gente y comentado por los padres a los hijos. Los hijos dijeron que las palabras del Rey Oscuro estaban protegiendo al reino, que vivía una época feliz, sin guerras ni conflictos. Los padres pensaron que los hijos estaban rebelándose y los miraron con sorpresa, porque no habían pensado concienzudamente lo que les decían, sino que creían que algo malo podía pasar. Heredaban miedo y debilitaban la mente de sus descendientes con su necedad.

Quien tiene poder influye hasta en el más humilde de sus servidores u oyentes
para bien o para mal.

El rey decidió que transmitiría más mensajes animosos. Guardó reservas de sabiduría. Habló con un consejero para escribirlo claramente. Al terminar, pidió quedarse solo para meditar.

Cerró la puerta. El Rey Oscuro se miró frente a un espejo. Cuando remeció las plumas que adornaban su pecho, una luz cegadora, menos para él, deslumbró su habitación. Su mayor tesoro era el sabio corazón luminoso con el que había nacido. Pero no podía revelar esa y otras verdades a los gentiles, porque se asustaban fácilmente con lo desconocido.

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